jueves, 20 de enero de 2011

Blader Runner 2, el Regreso.

He leído por ahí que algún degenerado sin escrúpulos pretende rodar la segunda parte de Blade Runner.

Muy bien, claro que sí.

Y de paso escúpeme en la cara. Méate sobre las fotos calcinadas de Ridley Scott y Harrison Ford. Baila sobre la tumba de Isaac Asimov al ritmo de la banda sonora de Vangelis. ¡Hazme tragar unicornios de origami, arráncame los ojos, criogenízalos, dámelos de comer y échame limon en las cuencas vacías!

Recreación de un hipotético visionado de Blade Runner 2


En su día me compré el cofre de friki de coleccionista, que incluye cuatro versiones completas de la película, lo prometo: el montaje especial con escenas añadidas, el estreno de 1982 en cines, el estreno internacional de 1982, y el montaje del director de 1992.

Y aún existen dos versiones de trabajo para preestrenos y festivales y una versión para televisión con los contenidos "ofensivos" editados, que alguien tuvo la decencia de no incluir en el box de coleccionista.

Siempre me ha parecido blásfemo y sacrílego todo ese baile de versiones, ediciones, cortes y demás copy-pastes.

De todas estas, y por razones que no puedo revelar aquí, pero que cualquiera que haya visto las diferentes versiones (unas cuantas veces) podrá identificar, las únicas en las que la historia mantiene su integridad argumental y la totalidad del trasfondo existencialista que subyace bajo la misma, son la primera y la última del cofre.

Las otras están repletas de imposiciones por parte de la Warner como la voz en off que tanto Ridley Scott como Harrison Ford intentaron eliminar hasta el último momento sin éxito. O la supresión de escenas (alguna de ellas esencial). O la adición de otras escenas (¡tomadas de otras películas!) con el propósito de hacer la peli más comercial pero contribuyendo a emborronar y deformar la historia.

En definitiva, toda clase de pastiches, aberraciones y atrocidades cometidas de la forma más chapucera y cutre.

Y ahora, no contento con todas estas afrentas a una obra maestra del cine, total, redonda y definitiva, un iluminado carente de toda ética ha pensado que es una buena idea hacer Blade Runner II, el Regreso, con Harrison Ford y Rutger Heuer en la cúspide de su carrera, o mejor aún, con actores a los que no conozcan ni en su casa a la hora de comer, preferiblemente extirpados de una selección de los mejores telefilmes emitidos por Antena3 a la hora de la siesta como Decisión Final o Juego Mortal. O Juego Final. O Decisión Mortal, bueno, ya sabéis cómo va esto.

Ha visto cosas que sus nietos no creerían


Y sucederá como con Star Wars.

Antes se podía afirmar sin miedo que uno era fan de Star Wars y todo el mundo lo entendía a la primera. Era muy fácil, te gustaba Star Wars y punto.

Ahora no, ahora tienes que precisar que la que te gusta es la primera trilogía, pero la primera que se rodó, claro, no la que cuenta la primera parte de la historia, que se rodó después pero cronológicamente sucede antes... ¿y por qué? ¿por qué tanto dolor? ¿qué necesidad había de complicarlo todo rodando un truño infumable lleno de personajes ridículos que mancilla una trilogía mítica?

Luke, yo soy tu padre...


Las cosas estaban bien como estaban, rodar una precuela de Star Wars era tan absolutamente accesorio y carente de sentido como, digamos, rodar una secuela de Blade Runner.

Por lo que a mí respecta sólo existe una trilogía de Star Wars, nunca se rodaron una tercera y cuarta parte de Alien y Blade Runner no tiene y nunca tendrá una segunda parte.

3 comentarios:

  1. Blade Runner ya está ahí para siempre. Nada puede mancillarla, está muy por encima de secuelas, precuelas o ruindades semejantes. Es el más precioso tratado visual sobre el misterio de la finitud, y la paloma blanca levantará el vuelo una y otra vez, bajo la lluvia, ajena a nada que pueda dañarla. No te alarmes, Banshee, todo está bien :-)

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  2. Oye, qué reconfortante... :) me he dejado llevar por el pánico.

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  3. Y Los Inmortales también se acabaron con la primera película.

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