domingo, 4 de octubre de 2009

Barcelona

En Barcelona te tratan mejor que en Madrid.

O quizás debería decir "en Barcelona ME tratan mejor que en Madrid", porque mis amigos de la Ciudad Condal juran y perjuran que lo acaecido durante tan señalado fin de semana no es, ni mucho menos, lo habitual. (Yo no me lo creo, y punto).

Podría argumentar que el hecho de sentirme bien tratado fuera de Madrid no es un hecho extraordinario, dado que en Madrid, generalmente, me tratan a patadas, pero es que la bondad del trato en Barcelona no lo es por comparación con el de Madrid (si bien este contraste no hace más que enfatizar las diferencias) sino que lo es per se.

Viernes (11.15): La estanquera, joven, vital y radiante nos regala una amplia sonrisa mientras bromea alegremente con nosotros a cuenta de una pequeña confusión (ajena completamente a su responsabilidad, naturalmente) producida en el momento de pagar.

Brilla el sol y suena Shiny Happy People, de REM.


Viernes (12.30): Tomamos unas cervezas en un delicioso local regentado por unos argentinos que desbordan amabilidad y cordialidad por los cuatro costados.

Los comentarios simpáticos y las sonrisas se suceden todas y cada una de las veces que nos dirigimos a ellos.

Sopla una suave brisa que nos trae las notas de Beautiful Day, de U2.

Viernes (14.30 aprox.): Comemos, qué digo comemos, degustamos los exquisitos manjares de un coqueto restaurante barcelonés de ambiente amistoso y relajante.

Los camareros me dispensan el trato de "Señor Marqués".

Las Cuatro Estaciones de Vivaldi en el hilo musical durante la comida. Al salir, somos sorprendidos por un grupo de barceloneses espontáneos que cantan Viva la Gente animándonos con regocijo a que nos unamos a ellos, lo que hacemos con alborozo.

Sábado (11.30): Sentados en una terraza frente al Hospital de Sant Pau, el camarero me sonríe con cordial complicidad al servir los cafés (deliciosos).

Después, a la hora de pagar, recibe con resignación el dinero por parte de uno de mis acompañantes, con la decepción pintada en su cara al no haber gozado del honor de recibirlo directamente de mis manos.

Al traer la vuelta, considerando que es su última oportunidad de agasajarme, se salta el protocolo y me la entrega con manos temblorosas diciendo con gratitud infinita "Vuestra vuelta, Excelencia".

Hace una mañana esplendorosa y puedo escuchar como algún barcelonés, feliz de serlo, canturrea Love is in the air según pasa a nuestra altura.


Sábado (15.00): Decidimos comer en un restaurante del centro. Estilo moderno y cocina soberbia.

Los camareros se deshacen en elogios y espantan a la nube de periodistas y curiosos que se congrega a nuestro alrededor.

Al final de la comida, pese a nuestra insistencia, el dueño del restaurante, que ha salido a saludarme, rehusa cobrarnos un sólo céntimo, argumentando que el honor de tenerme en su humilde local es tan inconmensurable que jamás lo olvidará y jurando por su difunta madre que rebautizará el salón de honor como "Salón Banshee".

Cuando nos vamos se despide con ojos acuosos: "Gracias, Señor, jamás le olvidaremos".

Pomp and Circumstance suena, apropiadamente, en el momento de la despedida.


Entenderán pues, supongo, que gruesos lagrimones rodaran por mis mejillas cuando, ante la mirada incrédula de Una-Que-Yo-Me-Sé y de Timeshock, el camarero de la terraza en la que nos encontrábamos el sábado alrededor de las 5 de la tarde, al ser interpelado pidiendo yo que me cambiara un billete de 5 euros para tabaco, me preguntara con una sonrisa radiante "¿qué tabaco va a querer Su Majestad?", respondiendo yo "Nobel", desapareciendo él raudo cual centella y retornando acompañado de música de clarines, rodeado de pajes que arrojaban pétalos de rosa a su paso mientras toda la multitud, congregada alrededor del cordón de seguridad que la división de honor de la Guardia Urbana (todos con sus uniformes de gala) había organizado, nos vitoreaba y arrojaba confeti y serpentinas, a la vez que el alcalde de Barcelona y demás autoridades de cuerpo presente, emocionados también, esperaban con los nervios reflejados en sus ojos llorosos la oportunidad de ofrecerme las Llaves de la Ciudad, que brillaban en sus manos mientras cientos de periodistas acreditados procedentes de más de ciento cuarenta países trataban de captar el momento y de obtener alguna declaración; retornaba el camarero, decía, que al llegar ante mí hinca una rodilla en tierra e, inclinando la cabeza, me ofrece de sus manos enguantadas en blanco, una bandeja de plata sobre la que se hallaba un cojín de terciopelo y, descansando sobre este, un paquete de oro purísimo con diamantes engarzados y con la leyenda "Nobel" sobre su costado, cada letra minuciosamente tallada de forma artesanal por un descendiente de Claude Garamond, que contenía una veintena de cigarrillos de la máxima calidad, cuyo sabor era tan sublime y carente de parangón que cualquier intento de describirlo resultaría un torpe ejercicio de futilidad.

Que uno no es de piedra.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Cerrando el círculo

Bueno, pues ahora sí que se acabó, oficialmente hemos finiquitado la relación.

No me vuelven a ver el pelo en otra así, eso que quede claro.

Busco casa en Madrid, damas y caballeros, si alguien sabe de algún alquiler bueno, bonito y barato por la zona Conde-Duque / Malasaña que tenga la bondad de hacérmelo saber.

Qué alivio, por Dios.

martes, 1 de septiembre de 2009

Moving on

Algunos os echaréis las manos a la cabeza. Otros consideraréis que entra dentro de la normalidad.

De hecho, creo que sé quién reaccionará de cada manera.

Mañana he quedado para comer con Ella.

Ya sé que parece que he aprovechado a que mi conciencia (AKA Canalla y la Bicha) estén fuera del país, joder, parece premeditado, pero no lo es en absoluto, de hecho no había reparado en ello hasta que me he puesto a escribir.

Pero el caso es que estoy on my own, que dicen los anglos, y que, por mucho que haya voluntad de ayudar, es la única forma en la que esto se va a resolver de una vez por todas.

Como no las tengo todas conmigo (en muchos aspectos) me disculparéis que no dé más datos en este momento.

Curiosamente esos datos los tienen dos amigos (Joe y Little Thing) que no son lectores de este blog...

Alea jact est, aunque lo mismo me quedo como estaba, entonces veré qué cartas jugar y como jugarlas.

Lo que tengo claro es que esto hay que moverlo, otra vez tengo la sensación de estancamiento y, una vez más, por más que me fastidie porque se lo negué hasta la saciedad, Canalla dio en el clavo alentado por dos pintas de Newcastle (y otras dos que me apreté yo ya son cuatro):

La puta casa es la que me mantiene donde estoy. (Sí, Canalla, no es accesoria, hala, ya lo he dicho.)

Joder, si yo vivo solo quiero vivir en Malasaña, no en CiudadPeriféricaEnLaQueVivo, así que, ¿qué pelotas hago yo aquí? bueno, es lo más cómodo, claro, pero no es lo que quiero.

Así que mañana saco conclusiones como Dios pintó a Perico.

Tanta tontería, hostia ya.

martes, 25 de agosto de 2009

Indigo

Snakes speak when snakes hiss
I know this. I know this,

Snakes kill when snakes kiss
I know this. I know this...


Si tan sólo fuera capaz de moverme un poco y ponerme fuera de su alcance, estaría salvado... pero no sé si es que no quiero o simplemente, no puedo.

Aunque puede que al final todo se resuelva por sí solo.

PS. Perdón por lo críptico, pero ese es mi estado ahora mismo: críptico como una puta peli de David Lynch.

lunes, 24 de agosto de 2009

Testimonios

Hoy me he escapado del trabajo a las dos de la tarde y he gozado del placer indescriptible de comer en mi casa un día entre semana.

Me encanta comer tranquilamente viendo los Simpson y después el Telediario, y así lo he hecho hoy.

Durante el informativo han comentado la noticia de que un grupo de malhechores había secuestrado al hijo de un empresario, lo habían atado y amordazado en una casa de un pueblo perdido de Madrid y habían pedido un millón de euros (así, sin pasarse tres pueblos y dos Comunidades Autónomas ni nada) por su rescate.

Lo que me ha llamado la atención es esa tendencia que tienen algunos medios de buscar el testimonio de los lugareños a toda costa, como si fuera una cuestión de vida o muerte, aunque este tenga el mismo valor informativo que un pedo de Paquirrín.

Ejemplo:

Voz en Off:
...los secuestradores habían abordado el vehículo del joven cuando este se dirigía a su trabajo y lo llevaron a la fuerza a una casa en el término municipal de Pueblo Ignoto Perdido En El Culo Del Mundo.


Viejuno 1:
Pues sí, se conoce que le sacaron del coche y lo trajeron aquí, a Pueblo Ignoto Perdido En El Culo Del Mundo.


(ajá, lo sospechábamos, gracias).


Voz en Off:
El joven fue atado y amordazado, pero al parecer pudo librarse de su mordaza y sus gritos de auxilio fueron escuchados por un vecino de una casa cercana que avisó a la Guardia Civil.


Viejuno 2:
y entonces escuchó unos gritos "auxilio! auxilio! que me han secuestrao!" y ya llamó a la Guardia Civil.


Creo firmemente que si los protagonistas de estos testimonios fueran, directamente, los encargados de narrar la noticia, redundaría en un beneficio para todos, a saber:

Por un lado la cadena de televisión se ahorraría el sueldo del periodista, que esto nunca viene mal.

Por otro lado nos ahorrarían a los espectadores la excitante experiencia de escuchar cada comentario por duplicado.

Como le decían las muñecas de Famosa a Hermida en aquel mítico sketch de Martes y Trece: "No nos lo repitas más, que no somoooos gilipollaaaas".

domingo, 16 de agosto de 2009

A cane muto et aqua silente cave tibi

O lo que es lo mismo, cuidado con el perro que no ladra y con el agua silenciosa.

Un pequeño periodo de debilidad, parece que las cosas nunca son del todo estables.

Y, peor aún, sigo con la cabeza hecha un lío...

Canalla, la Bicha y E, me han ayudado un montón últimamente, me ayudan a ver las diferentes perspectivas, pero la Bicha tiene razón: al final todo queda en mis manos.

Otra vez.

¿Todo? pues no tengo ni idea, porque no tengo ni idea de a qué estamos jugando. Ni un ápice de información.

Y no pienso preguntar, ya lo hice antes y no me resultó nada reconfortante.

Si esto va de ver quién tiene más resistencia... en fin, seré el puto hombre de hielo si hace falta, pero no seré el primero en mover pieza. No hasta que sepa de qué va esto. Me muevo fatal por terreno inestable.

Por otro lado, he pedido tiempo muerto y, tal vez, es lo que estoy teniendo...

Hace algunas semanas rechacé una oferta que se me presentó por parte de alguien de quien no esperaba que me ofreciera lo que me ofreció, y aún estoy analizando qué significa... ¿que no me interesaba? ¿que sigo estancado aunque me engañe pensando que no? otra incógnita más para la colección.

Septiembre se acerca y tengo un poco de miedo.

viernes, 7 de agosto de 2009

Corrientes circulares en el tiempo

Una vez, si mal no recuerdo,
me tenías en la punta de los dedos.
Las secuelas de los viejos días
estarán conmigo el resto de mi vida.

Me quedé dormido un momento
y los valles se cambiaron por desiertos
por obra y gracia de El que controla el firmamento,
El que decide que ande perdido en corrientes circulares en el tiempo,
El que transforma los diamantes en quejidos y lamentos,
El que se encarga de que salgas y que yo me quede dentro.

Asustado, sintiéndome enfermo,
como una temporada en el infierno.
Intentando ver una salida,
encontrando más problemas todavía.

Todo esto que jamás podré comprender,
lo que obtuve a cambio de intentar hacerlo bien.
Eso no es para mí, quiero mi parte de lo bueno.
Quiero que estés aquí, quiero tenerte dando vueltas a mi lado todo el tiempo,
en nueve órbitas concéntricas y yo estar en el centro.
Será mucho pedir, pero es lo menos que merezco.

lunes, 27 de julio de 2009

It's always better on holiday!

Como dice mi jefe: Señores... en el culo tengo flores.

Vamos, que me voy a la playa (Cullera, para más señas. Si vas a estar por ahí avisa y nos comemos un arroz) y no quiero saber nada del mundo.

A la vuelta os cuento.

Os quiero a todos!

domingo, 26 de julio de 2009

Impaciente

No puedo esperar a que lleguen dos momentos, a saber (y ordenados por cercanía temporal):

a) Que llegue el lunes (o sea, mañana), que me voy a la playa con Joe, a pasar una semana de machotes bebiendo, comiendo, bañándonos y vagueando bajo el sol.

b) Que llegue agosto y Canalla esté por aquí! qué ganas de verle y cervecear en terracitas agradables! de moverme por Madrid con él y ponernos al día! de contarnos nuestros planes, nuestras ilusiones y nuestros problemas!

Espero con ansiedad el merecido premio al post más gayer de todo blogspot.

domingo, 19 de julio de 2009

El tiempo pasa... despacito.

Eso nos contaba (cantaba) Madonna, pero tiene truco. El tiempo sólo pasa despacito sí tienes prisa por que pase.

Pero si echas la vista atrás y miras hacia el pasado, resulta que el tiempo ha corrido más deprisa que Forrest Gump en los San Fermines.

Hace unos meses iba a trabajar y mientras me recreaba en el colosal atasco diario de la M40, escuchaba las noticias en la radio. Me llamó la atención una en la que el locutor decía que, veinte años después, El Cascanueces volvía a representarse en Madrid.

"Qué raro", me dije yo mientras el tipo del coche de al lado me miraba con expresión de extrañeza al observar que hablaba solo, "pero si yo fui a una representación de El Cascanueces hace tiempo... pero claro, no pueden estar hablando de la misma."

Ya lo creo que hablaban de la misma.

Veinte años como veinte castañas han pasado desde que nos llevaron con el cole al antiguo Teatro de la Villa (hoy Teatro Fernando Fernán Gómez) a ver aquel ballet.

Hace poco me he reencontrado por casualidad con una de mis mejores amigas de la infancia junto a quien, por cierto, me sentaba cuando fuimos a ver el puñetero Cascanueces.

Está preciosa (casada y con hijos, supongo, pero preciosa, qué coño) y sigue siendo encantadora, pero de repente se me vienen encima mil recuerdos que me llenan de asquerosa (y deliciosa) nostalgia.

Qué diablos, aún tengo 31 años, carpe diem.

jueves, 16 de julio de 2009

Ortigueira

Ortigueira huele a porro, a fogata y a eucalipto.

También a buen rollo inacabable, a comida improvisada y a cubata de ron.

Huele a música celta, a Amistad sin paliativos, a playita y a crema de protección solar factor cinco mil.

A pulpo a la gallega, a chucherías de metro y medio, a café con leche con bollitos mirando amanecer en la playa, a gallegos de Alcorcón que piden tabaco y no se van ni con agua caliente y a perroflautas de pura cepa que no han visto una ducha en lustros.

Huele empanada gallega, a niñas monas que no saben plegar tiendas, a balón de rugby y a encantadores visitantes portugueses.

Lo único que eché en falta fue un ligero toque Canalla para acabar de hacerlo perfecto, pero nada que no se pueda solventar en el futuro.


Y yo cada año venga a decirles a estos, joer, vamos a Ortigueira, que os va a molar, y estos que no, que pasamos, que eso es un coñazo.
Menos mal que por fin este año han entrado en razón y me parece que les ha gustado.

Estoy seguro de que el año que viene repetirán.

sábado, 4 de julio de 2009

¿Qué ha pasado?

Nada grave. Sólo que estoy un poco vago para escribir.

Supongo que será el calor, quizás la comodidad de encontrarme bien. Tal vez, un poco, la acuciante necesidad de pensar en mis cosas.

Este proceso en el que me encuentro ahora es mucho más introspectivo que ningún otro, y eso contribuye a que no tenga ganas de hacer público lo que me pasa por la cabeza en este momento.

Eso y que tampoco tengo muchas conclusiones que sacar aún, la verdad.

Las cosas siguen igual, mis amigos siguen ahí, como siempre, más al pie del cañón que nunca. Mi familia lo mismo. Mi hermana es, por fin, doctora. Me siento orgulloso. Me voy a Ortigueira. Y luego a Málaga. Y luego a la playa.

Qué ganas tengo de playa, creo que me lo he ganado.

lunes, 29 de junio de 2009

Cosas que NO me gustan del verano

-Hace un calor que funde las piedras (duh!)

-El buen gusto en la vestimenta se va de vacaciones para no volver hasta septiembre.

-Se reduce la frecuencia de paso de trenes, metro y buses (ya veo a los del Ayuntamiento: Bah! los que se quedan en Madrid en verano son tan desgraciados que sólo merecen esperar el doble a que llegue su transporte público, mwaaahahahaha!)

-Los que están peleados con la ducha huelen, más que nunca, a rata muerta.

-La idiotez estival. Se diría que hay carta blanca para ser idiota y hacer cosas que nadie en su sano juicio haría, como ir por ahí descalzos y sin camiseta bañándose en fuentes públicas.

-No puedo salir a correr. Moriría desintegrado.

-La/s canción/es del verano. Todos y cada uno de sus intérpretes no merecen otra cosa que la muerte más cruel.

-Hay muchos más bichos repugnantes que en cualquier otra época del año. Y encima pican, los cabrones.

-Muchas cosas divertidas y/o interesantes cierran por vacaciones.

-Las fotos de cada año de Ana Obregón en la playa.

-Las no-ticias (porque en verano no hay) se rellenan, o bien con auténticas chorradas supinas, como un perro que sigue a su dueño durante setenta y cuatro kilómetros, el muy idiota, o bien con rumores recurrentes cada año por estas fechas como que Fidel Castro ha muerto o que los leones se han comido a Ángel Cristo.

-Por no hablar de cuando la noticia que abre el telediario es... que hace calor! (no jodas, no nos habíamos dado cuenta... tendrá algo que ver con que estemos en verano?)

-En el caso de los deportes todo se reduce a conjeturas idiotas sobre fichajes y a pretemporadas insulsas. Y eso me lleva a otro gran hándicap del verano:

-No hay fútbol.

-No puedo tomar Chai Latte (ni falta que me hace, la verdad, porque no lo necesito en absoluto) ya que hace calor y no apetece (tanto).

-Las piscinas municipales.

-Los termómetros defectuosos del Ayuntamiento de Madrid que marcan cincuenta y siete grados a la sombra (y que son los que utilizan los del Telediario para abrir las noticias).

En fin, como ya sabéis y como dirían mis admirados ingleses... not my cup of tea, thanks!

miércoles, 24 de junio de 2009

Por favor, apaguen sus teléfonos móviles

En marzo de 2005, el juez Robert Restaino encarceló sin pestañear a los 46 asistentes al juicio que celebraba, después de que un teléfono móvil sonara en mitad del mismo sin que ninguno de los presentes admitiera ser su dueño y, por consiguiente, el responsable de la interrupción.

Así que ya sabéis, si os piden que apaguéis el teléfono móvil, lo más sensato es que obedezcáis.

¿O pensabais que abundaban los jueces-colega como el de Juzgado de Guardia?

martes, 23 de junio de 2009

El médico

Recuerdo que estaba en casa de mi abuela, una casa de pueblo antigua y grande.

La habitación espaciosa, que se encontraba en penumbra, sólo estaba amueblada con un escritorio y la cama que yo ocupaba.

A los pies de la cama se encontraba un hombre con gafas, vestido con una bata blanca y llevando un estetoscopio colgado del cuello.

A duras penas podía distinguir su cara redondeada entre las sombras, sólo recuerdo que era un tipo alto, delgado y algo calvo.

Hablábamos sobre las causas de mi convalecencia, que me mantenía postrado en aquella cama y que, según él, se resolvería con una simple operación que él mismo me practicaría, pero a medida que progresaba la conversación, mi intranquilidad iba en aumento.

¿Por qué no había nadie más allí? ¿Por qué no estaban mis padres ni mi hermana? ¿Por qué aquel hombre me transmitía aquella sensación de desasosiego que crecía con cada palabra que pronunciaba con una voz que no puedo recordar?

Suspicaz, comencé a preguntarle sobre su profesión, cuánto hacía que era médico, por qué había pasado los últimos seis años sin ejercer... (¿y por qué sabía yo aquello?)

Cada vez más tenso, me respondió que todo había sido producto de un error, pero que ya estaba subsanado.

Cerré los ojos un instante y, al abrirlos de nuevo, él ya no estaba a los pies de la cama.

Presa del pánico, mientras el corazón me latía fuertemente en el pecho, escruté por la habitación a través de la oscuridad sin encontrar rastro del hombre.

Sobrecogido, de pronto me di cuenta de que se encontraba justo a mi lado, de pie, observándome, su rostro deformado por una sonrisa macabra.

-¡Qué quieres de mí!, grité desesperado.

Él se inclinó sobre mí y me susurró:

-A ti.



Después me desperté.

lunes, 22 de junio de 2009

Friends will be friends

Desde siempre he sentido la necesidad de apoyarme en mis amigos para sentirme completo. Más en los tiempos difíciles, claro, pero supongo que eso es normal.

Mis Héroes (todos y cada uno de ellos), Luke, Maruca, Timeshock, Shaolin, Inma, Pachi, Antje, John Paul... todos han estado ahí cuando lo he necesitado.

Mi grupo de amigos, digamos, "de siempre" (AKA Mis Héroes), se mantiene más o menos estable desde que teníamos 16 años. No estamos todos los que fuimos, claro, pero quedamos bastantes que conformamos un grupo bien avenido que se reune con bastante frecuencia.

El sábado estuvimos casi todos en casa de los padres de Little Thing para disfrutar de una buena barbacoa veraniega, ya sabéis, más comida de la que podemos comer y más cerveza de la que podemos beber. Bueno, esto último no, pero ya me entendéis.

Conmigo se vino otro amigo, (desde luego ha demostrado que lo es), Shaolin, al que conozco desde hace unos tres años. Como es un tipo abierto y sociable, se lleva bastante bien con mis amigos de siempre.

Así pasamos (qué tentación de poner "pasemos" :P ) la tarde, entre carne a la parrilla, cervecita fría, sangría, tarta, helado, champán, etc. escuchando música y viendo videos chorras en el portátil, hablando de todo un poco y de nada en particular, con muy buen rollo y disfrutando de la hospitalidad de J., Little Thing y sus padres, que son maravillosos.

El caso es que cuando volvíamos Shaolin y yo en coche, ya a las tantas, desde PuebloEnElQueViveLittleThing, íbamos charlando sobre la amistad.

Yo le decía que me sentía muy cómodo con mis amigos, que había mucha complicidad y mucho aprecio mutuo y que valoraba, casi por encima de todo, una cualidad presente en todos ellos, que es el hecho de que todos son buenas personas.

Él se quejaba, con razón, diciéndome que no todos sus amigos eran buenas personas y que en su momento no encontró a los amigos adecuados; que le sobraron muchos cubatas y muchas noches en Tropic Costa y le faltaron otras actividades más afines a sus gustos. Además, le duele que ya sólo se vean muy de vez en cuando.

Luego, con un poco de timidez, me dijo algo que me encantó:

"Se nota que tus amigos te quieren mucho."

Se me puso la carne de gallina, porque tiene toda la razón.

Confío en que ellos saben que es recíproco.

jueves, 18 de junio de 2009

Les Luthiers

Debía de correr el verano del año 87 cuando me topé por primera vez con Les Luthiers.

Recuerdo que, de vez en cuando, ponían en La 2 fragmentos de sus actuaciones y que, en uno de ellos, los cinco estaban frente al público y, por turnos, daban un paso adelante y recitaban una cita supuestamente célebre.

Sólo retuve una, genial por lo simple, declamada con voz monocorde por Carlos López Puccio: "Si alguien que dice ser tu amigo te apuñala por la espalda, desconfiá de él."

Luego perdí el contacto con estos genios y sólo lo recuperé muchos años más tarde, cuando estudiaba la carrera.

Como tenía turno de tarde, muchas noches me quedaba escuchando un colosal programa de radio llamado La Rosa de los Vientos cuyo director, Juan Antonio Cebrián (que nos dejó demasiado pronto), era claramente un fan de Les Luthiers y nos deleitaba (y se deleitaba) compartiendo una selección de sus mejores momentos.

A esas alturas ya sabía que no podría vivir sin ellos y los hice activamente parte de mis aficiones; me escuché todo lo escuchable y me ví todo lo visible, me aprendí gags y canciones de tanto repetirlas y les fui tomando cariño uno a uno casi personalmente.

Después, a lo largo de los años, he comprado unos cuantos CDs y un par de DVDs de estos psicóanalistas del humor (musical) y les he ido a ver en dos ocasiones cuando han venido a Madrid (son muy recomendables en directo).

Su humor no gustará a todo el mundo, claro, pero al menos yo me parto de risa con estos tipos que se me antojan lo más parecido que existe en español a los gigantescos Monty Python y que no pierden ni un ápice de frescura a pesar de llevar más de cuarenta años haciendo un humor de máxima calidad.

He aquí un par de gemas preciosas de estos genios argentinos (sí, Daniel es mi favorito, sólo un par de peldaños por debajo de John Cleese en el ranking de personas graciosas vivas):




miércoles, 17 de junio de 2009

¿Coincidencia? no lo creo...

¿Por qué cuando nos pasa algo intenso en la vida nos da por escuchar más canciones de lo habitual?

¿Y por qué todas esas canciones parecen incluir claros mensajes indudablemente dirigidos única y exclusivamente a nosotros con el fin de ilustrarnos y/u orientarnos?

¿Qué extraña y poderosa mano se esconde tras semejante confabulación cósmica?

Y no me refiero a canciones ultra-ambiguas como las de Héroes del Silencio, con las que te puedes sentir identificado tanto si se te rompe el coche como si suspendes un examen, no, me refiero a canciones con letras claras y concisas.

Que si

Bang! Bang! my baby shot me down

por aquí, que si

And I remember all the things we once shared

por allá, que ponemos la radio y sale Bono cantando With or without you a voz en grito, que ahora nos ponemos el MP3 y la primera frase que sale de los auriculares es

we'll both end up with just your song to say goodbye

(gracias, Brian Molko, por cantarme A song to say goodbye) ...

Presiento que si enciendo la tele y pongo un canal al azar estarán poniendo Love Actually, a pesar de que estemos en junio.

Pero no nos desviemos de la música. Como ejemplo ilustrativo os diré que hace no mucho me aficioné a un grupo de Birmingham que se llaman Editors y cuyos dos discos he escuchado hasta la saciedad en estos meses.

Sólo un par de ejemplos de que, de forma evidente, Tom Smith me está hablando a MÍ y sólo a MÍ:

Well be careful angel this life is just too long, all sparks will burn out in the end...

If something has to change, then it always does, you don't need this disease, not right now...

Let's pretend we never met, let's pretend we're on our own...

Y eso por no hablar de I'm not OK, Always on my mind, It's the end of the world as we know it, My brown eyed girl, Only happy when it rains, So lonely, Free to decide, Lola (ah no, perdón, esa no), o incluso:

I have decided to leave you forever
I have decided to start things from here
Thunder and lightning won't change what I'm feeling
And the daffodils look lovely today


martes, 16 de junio de 2009

Cross road.

Una palmera de chocolate.

Una nota de papel cariñosa.

Un email deseándome un buen día.

Una sonrisa.

Una proposición peligrosa.

Reconozco Tus esfuerzos, pero es muy pronto para bajar la guardia.

No creas que no entiendo Tu posición. Incluirte en mi vida poco a poco (luchar por ello) sin ejercer demasiada presión que me lleve a huir despavorido.

Me llena de indulgencia, y eso es peligroso. Tanto como meterme en mi armadura y no querer saber nada del mundo que me rodea.

Probablemente lo difícil no sea descubrir lo que siento, sino lo que me conviene.

¿Y al final de mi viaje llegara a la conclusión de que lo que quiero y lo que entraña más peligro son exactamente la misma cosa?

¿Y si, por el contrario, concluyo que la vida me tiene reservadas sorpresas mejores?

Aún es pronto.

PS. Prometo intentar no daros la tabarra con este tema durante un tiempo ;) .

lunes, 15 de junio de 2009

El Libro Maldito

Hoy me he pasado por el FNAC y he cumplido un encargo que me había hecho un amigo.

El encargo en cuestión consistía en comprar un libro titulado "Contra el Yo", de un tal Mark Epstein.

Al llegar a la mesa de información, una señorita muy amable me ha atendido y me ha preguntado que en qué podía ayudarme.

Al decirle yo lo que buscaba, me ha mirado como si le hubiera preguntado por la biografía del Anticristo o por un libro de sacrificios humanos rituales y me ha indicado, ya no tan amable, que seguramente podría encontrarlo en "Religión/Esoterismo" o, tal vez, en "Psicología Transpersonal", una planta más arriba.

Yo, que no era consciente de que existiera tal cosa como la Psicología Transpersonal, he dudado un momento, luego le he dado torpemente las gracias y me he ido en busca de tan extravagante sección.

Por el rabillo del ojo me ha parecido ver como, en cuanto me daba la vuelta, la empleada cogía el teléfono y cuchicheaba siniestramente con algún (probablemente siniestro) interlocutor, mientras me propinaba miradas soslayadas.

Una planta más arriba, me he dirigido a otra empleada equipada con su inconfundible chaleco verde y, dicho sea de paso, con un anillo de oro grabado con un extraño símbolo masón. La sonrisa con la que me ha recibido se ha helado en su rostro cuando le he consultado la ubicación del, empezaba a sospechar, Libro Prohibido.

Me ha intentado despistar guiándome descaradamente a secciones que, claramente, no guardaban ninguna relación con lo que buscaba, como "Tauromaquia" o "Códigos Legales y Jurisprudencia", lo que me ha llevado a protestar airadamente.

Acorralada, no ha tenido más salida que llevarme a la sección en la que se encontraba el Libro, tras un panel secreto que ha abierto presionando con dos dedos sobre los ojos de una calavera, y custodiado por un monje ciego que le ha entregado el manuscrito a regañadientes.

Se lo he arrancado de las manos y he corrido hacia las cajas, he pagado en efectivo a una cajera que me miraba espantada, he bajado las escaleras de cuatro en cuatro, he salido atropelladamente apartando a la gente a empujones (con la certeza de que todos me miraban con ojos vacíos mientras de fondo me llegaba el sonido de una macabra música de tambores) y he corrido Gran Vía abajo como alma que lleva el diablo.

Estoy casi seguro de haber visto como dos tipos de negro con gafas oscuras me han seguido trotando a cierta distancia en mi carrera desesperada hasta el Metro.

Al llegar a casa, he cerrado la puerta con doble vuelta y he bajado todas las persianas.

Ahora escribo esto acurrucado en un rincón, a sabiendas de que mis horas están contadas mientras tenga esa Obra del Maligno en mi poder.

No sé qué clase de Libro Maldito he comprado ni qué horror del averno se esconde tras el tal Mark Epstein (si es que ese es su verdadero nombre), pero ahora me arrepiento de no haber dejado claro que era para un amigo.

viernes, 12 de junio de 2009

Secretos

A veces me recreo leyendo palabras que nunca debí leer.

Aún encuentro un cierto morbo en el sentimiento de amargura y rabia que me produce escrutar a hurtadillas una vida que nunca conocí y que no me corresponde, a pesar de haberla tenido delante durante años.

También me sigo sorprendiendo de lo engañado que estuve, de lo ajenas y extrañas que me resultan unas frases que salieron de lo más profundo de alguien a quien pensaba que conocía perfectamente.

Lo recorro cronológicamente y me empapo de rabia y de rencor.

Releo algunas frases varias veces y extraigo toda su esencia. A pesar de que sé perfectamente que, incluso ahora, cuando ya todo esto está hablado, aún estoy irrumpiendo en Su intimidad como un vulgar violador.

Pero ya no me atrevo a leer hasta más allá de cierto punto. Lo hice en su día, hasta la saciedad, pero ahora ya no tengo arrojo suficiente como para volver a revivir la gestación de mi propia agonía.

Y sé que no debería conservarlo y mucho menos leerlo de nuevo. Sé que tendría que borrarlo y quitármelo de la cabeza, pero sin embargo lo guardo como un tesoro y me castigo releyéndolo.

Y si lo tengo presente, me convenzo de que la gente no cambia y de que estaría cayendo en la misma trampa por segunda (tercera?) vez.

Y si no lo tengo, me pregunto por qué diablos no lo tengo.

Mi parte visceral me pide a gritos que olvide, pero la otra no. La otra me dice que ande con cuidado, ahora que conozco el terreno que estoy pisando descalzo.

Ufff, hacía muchos años que no tenía deberes para el verano.

Y estos son de los difíciles.

miércoles, 10 de junio de 2009

Necesito una piedra Rosetta

En mi oficina estoy implicado en un proyecto que tiene que ver con un sistema de gestión de vehículos inmobiliarios.

Para llegar a entender qué leches estoy haciendo, he mantenido varias reuniones con miembros del departamento de Corporate Finance de mi empresa, a saber:

GorditoSimpático: No ha pintado mucho en el asunto y se ha quitado de en medio rápido.

NiñaPijeras: Pijeras pero lista; me ha ayudado bastante a alcanzar un conocimiento suficiente de la gestión de activos inmobiliarios.

HughJackmanVenidoAMenos: Un tipo extraordinariamente simpático y amable, pero que tiene la capacidad de generar en su mente galimatías incomprensibles que después me escupe directamente a la cara.

Como ejemplo, una de las últimas reuniones:

-Banshee: Bien, veamos: lo que tenemos hasta ahora nos permite gestionar n vehículos y sus activos, calcular la deuda de las cajas, la amortización, etc. y mantener la línea de liquidez. Por dónde creéis que deberíamos continuar?

-NiñaPijeras: Osea, yo creo que por la matriz de movimientos! saes? yo te hago una hoja de Excel y así ves un ejemplo!

-Banshee: Perfecto, perfecto, con eso creo que podría empezar y las dudas que me vayan surgiendo os las consulto, vale?

HughJackmanVenidoAMenos: Vale, Banshee, pero date cuenta de que la deuda bilateral se amortiza en su tramo 2 de manera que la coadyuvación del valor de tasación y del spread a 3 meses nos dejaría un período de carencia de tres años! tres años! sabes lo que eso significa?

Banshee: Errr... pues, no, no mucho.

HughJackmanVenidoAMenos: Pues hombre, que la deuda primaria se amortizaría sobre el principal retroesforciante dejándonos un plazo de generación de intereses de las cajas aportantes equivalente al cuadrado de la hipotenusa.

Banshee: Ya, HughJackmanVenidoAMenos, pero es que yo no...

HughJackmanVenidoAMenos: Nada, nada, tú tranquilo, porque si mantenemos el porcentaje de capital de las cajas aportantes en un nivel que nos permita el cálculo dinámico de la órbita terrestre, podremos también, como es lógico, calcular los tramos pendulantes de deuda corriente tanto a nivel de amortización como de helados de vainilla.

Banshee: Ya veo.

Todos: ...

Banshee: Bueno, NiñaPijeras, que me hacías una hoja de Excel, no?

NiñaPijeras: Sí! mañana la tienes!

Banshee: (Gracias al cielo.)

martes, 9 de junio de 2009

Autoindulgencia.

Me siento fatal por volver a fumar como un cosaco de la estepa.

Tres años de libertad tabaquil, de ropa que huele a ropa y de no toser por las mañanas, y ahora todo al garete…

Lo que pasa es que Canalla me dio un buen consejo (“sé indulgente contigo mismo!”, me dijo) y claro, la indulgencia es lo que tiene.

El hambre con las ganas de comer.

Además, Mis Héroes (un beso enorme a todos, aunque algunos no me leeréis, por ahora, por decisión propia), con quienes paso bastante tiempo, fuman también, y eso no ayuda.

Pero por favor, que nadie vea excusas ni acusaciones que la culpa es mía y sólo mía.

Me voy planteando dejarlo.

Lo pongo en la lista de “Cosas-Que-Hacer-Cuando-Tenga-La-Más-Mínima-Gana-De-Hacer-Cosas-Difíciles".

Por ahora me declaro indulgente.

domingo, 7 de junio de 2009

Tiempo

Durante dos meses estuve muerto.

A ratos creía que no, que avanzaba en alguna dirección, que me movía de forma autónoma, pero era una ilusión.

Sólo esperaba.

Durante dos meses no hice otra cosa más que esperar sin moverme de mi ataud.

Esperaba oir esas palabras, que salieran de Tu boca, esperaba que hubiera vuelta atrás y que todo fuera como antes, esperaba que me aportaras un hálito de vida que me permitiera sacudirme todo el polvo que se había acumulado sobre mi alma e iniciar de nuevo la marcha.

Y es ahora cuando las has pronunciado. Ahora que había resucitado después de una lucha eterna que me dejó exhausto.

Justo ahora, cuando ya no estoy seguro de si me importa.

Necesito tiempo para digerir mi amarga victoria, obtenida cuando ya ni siquiera luchaba.

Necesito tiempo.

sábado, 6 de junio de 2009

Ridícula hipersensibilidad

Hoy me siento tierno así que todo me da pena.

Incluso Ella contándome entre lágrimas que le ha hecho un arañazo al coche mientras maniobraba porque había dos que habían aparcado demasiado cerca.

Joder con la hipersensibilidad.

Han cambiado algunas cosas, os mantendré convenientemente informados.

viernes, 5 de junio de 2009

Just a rat in a cage

Hey, do you guys want to hear something? a really personal feeling I wasn't thinking of revealing? something I had in my chest and needed to let out in a bad way? ok, here I go, you better get ready for some confessions.

I think HATE has overthrown rage in this weird struggle all my feelings are having to outstand among the others.

Oh, yes, I said the H word indeed. Not that I'm proud about it but what's this anyway, a beauty contest? an opinion poll?

I'll sweeten it up a little bit though, it's not exactly that I hate Her, it's nothing so straight forward; rather than that I'd say I hate all this situation and the world in general :D .

Actually I cannot find out who or what the target of my hate is (which may perfectly mean the She is the target of my hate after all, even if I'm not aware of it...)

The truth, I must acknowledge, is that JVM and Canalla did warn me when they thought they were just casting a good piece of advice at me.

I was acting like a real wanker by then and simply failed to see things just as they were displayed in front of me.

Mate, were they right. No one has been that right.

What they were doing, even if they weren't aware of it, is making the most accurate prediction in the world. They just told me the tale exactly as it was going to happen.

Still, I thought this was something special, you know all that "we're different!", "you see things twisted because you're not directly involved.", "I know how to sort things out" crap.

But it's not special. It's written. It's like a fucking manual you find when it's already too late, but still you read it and find out that the things happening around you stick point by point to the book.

Well, I was WRONG. WRONG WRONG WRONG. And they were RIGHT.

Had I listened to them before, I would have skipped a waste of precious time.

The most terryfing thing is that I'm perfectly aware that I've had no control at all. I've been swallowed by the wave and there was nothing I could do in order to change my fate. Nothing at all.

Paradoxically, as CMQ already stated in a comment, that is somehow relieving.

jueves, 4 de junio de 2009

English summer rain seems to last for ages...

...no para mí, que me ha hecho un sol y una temperatura que parecía Canarias, aquello.

Ser turista en Londres no es, ni remotamente, lo mismo que vivir allí. Y haber estado muchas veces no te convierte en un residente, por mucho que algunos crean que sí.

Canalla lleva cerca de dos años viviendo en Londres y se nota, se conoce los trucos y los pliegues de la ciudad, da gusto ver cómo se mueve por ella como pez en el agua.

De modo que no he podido tener mejor guía en mi última visita, y tampoco mejor compañía.

Entre las cosas que hemos hecho destaco:

-Hemos desayunado como reyes.
-Y bebido como cosacos.
-Hemos hablado de lo humano y lo divino.
-Nos hemos sincerado borrachos perdidos a las 3 de la mañana.
-Hemos ido a la lavandería.
-Hemos ido a un piano bar.
-Hemos visto a un vasco genial suplantar al pianista del piano bar jaleado por el resto de españoles allí presentes.
-Hemos visto a un rockero viejo tocar la armónica.
-Hemos probado comida exótica que estaba rica.
-Hemos probado comida exótica que NO estaba rica.
-Hemos visto una pelea entre un tipo borracho y unos negros enormes que custodiaban la entrada a un club.
-Un tipo que orinaba junto a nosotros en unos servicios ha gritado de pronto "what a fucking relief!" dándonos un susto de muerte.
-Hemos presenciado como alguien fue grosero con una camarera muy guapa.
-Hemos conocido a unos españoles maleducados y petulantes.
-Hemos visto una araña del tamaño de un portaaviones.
-Hemos bailoteado Reggae.
-Hemos compartido una cama de matrimonio...

Ejem, en fin, os podéis hacer una idea, pero aún así, ilustro mi viaje con unas fotos de calidad miserable, enjoy!



















miércoles, 3 de junio de 2009

Un reto

El viernes pasado superé un reto.

Me daba miedo no ser capaz de conseguirlo, pero el resultado fue satisfactorio, excelente, diría yo.

El viernes pasado...


FUI AL CINE YO SOLO


Hala, ya está. Ya lo he dicho.

Nunca había tenido claro si la gente que iba sola al cine me inspiraba indulgencia o, por el contrario, algo de admiración y un poco de envidia, así que decidí probarlo y salir de dudas.

Elijo una sesión golfa (con perdón) y llego con tiempo, sobre las 23.15.

Compro mi entrada (ya sabéis:

-"Una entrada"
-"¿Sólo una?
-"SÍ, SÓLO UNA!"
-"Vale, vale, no te pongas así. Aquí tienes, son mil euros"
-"Joder, cómo se ha puesto esto del cine. Gracias, joven"),

Después me compro un Chai Latte (aunque no lo necesito, lo puedo dejar cuando quiera, en serio), en el Starbucks de al lado del cine y la Rolling Stone (hey, I'm cool!) en el Vips más próximo.

Hago tiempo disfrutando mi té y mi revista en la terraza del Starbucks aún un poco mosca... ¿me mira la gente porque estoy solo? ¿esos dos están cuchicheando? ¿me señalan y se ríen? ¿voy a tener que abrir La Caja De Las Galletas? no, falsa alarma; se ríen de uno que hace el mongolo dos mesas más allá. Me tranquilizo y guardo las garras de adamantium.

A una hora prudencial me dirijo al cine con dignidad y la cabeza muy alta.

Bueno, no, en realidad voy caminando deprisa y sólo me falta cubrirme la cabeza con una capucha, como si fuera un delincuente.

En la cola para entrar a la sala somos unas diez personas de lo más variopinto; un matrimonio de mediana edad les da la turra a tres jóvenes australianos (con los que, por cierto, compartía terraza sólo un rato antes), dos parejas de poppies hablan de grupos de música que no había oído mencionar en mi vida (sospecho que se los van inventando sobre la marcha) y un grupo de dos chicas y un chico con cara de dormido que están justo detrás de mí hablan en lo que identifico como portugués.

Una de los dos chicas, una brasileña bajita, morena y guapa que habla con suavidad, me pregunta si la película es muy larga. Le respondo que la peli es más larga que la infancia de Heidi, lo que nos conduce a una agradable e intrascendente conversación sobre el libro en el que está basada. Charlamos mientras sus acompañantes nos miran con cierta indiferencia.

Después, ya en la sala, cuando la luz se apaga, disfruto de la sensación de no estar pendiente de nada ni de nadie más que de la película y de mí, toda una deliciosa novedad.

Salgo del cine como a las tres de la mañana, pero me voy con una mezcla de relax, satisfacción y triunfo que me dejan una sonrisa tontorrona en los labios.

Con ese sabor dulzón (y la sonrisa tontorrona), me voy a casa y duermo como un bendito.

Ahora que he comprobado por mí mismo que a los que vamos al cine solos no nos marcan con una letra escarlata en la espalda ni nos queman en una pira por asociales, repetiré sin duda.

martes, 2 de junio de 2009

Principios

Quiero pensar que siempre he sido fiel a mis principios.

A veces pienso que me he equivocado y que Tú, haciendo lo que se te ha antojado has salido mejor parada que yo, que traté de hacer lo correcto.

Otras veces, las más, soy consciente de que hay que tener claro lo que se debe y lo que no se debe hacer.

Y por eso no entiendo por qué a ratos me sigo sintiendo desgraciado.

lunes, 1 de junio de 2009

Not an addict

Al principio, cuando me lo ofrecieron, lo rechacé de plano. "No gracias, yo paso de eso" dije.

Pero insistieron varias veces y al final cedí y lo acabé probando, "sólo una vez, no creo que pase nada por una vez".

La experiencia fue brutal, intensa y deliciosa, aunque peligrosa a la vez.

Después, no sé muy bien por qué, lo volví a tomar, creo que pensando que podría controlarlo, que podría parar cuando yo quisiera.

Pero no fue así.

Cada vez mi consumo fue más frecuente, busqué proveedores, lo cual no fue difícil, e incluso me hice una lista mental de dónde estaban los más cercanos en cada momento.

Ahora creo que, simplemente, es demasiado tarde.

Creo que soy un miserable adicto.

Sólo así se explica que no pueda dejarlo, que esté pensando en tomarlo a cada momento y que los períodos de abstinencia me provoquen terribles efectos físicos y psíquicos.

Desde aquí te maldigo, Canalla, por haberme descubierto...


















... el Chai Latte. :D

viernes, 29 de mayo de 2009

Like cars on a cable

"A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo."

Jean de la Fontaine.



Cuando me pongo a darle vueltas a la cabeza y me angustio pensando que puedo haber tomado decisiones equivocadas, me resulta tremendamente reconfortante darme cuenta de que las decisiones, en muchos casos, ya estaban tomadas sin que yo fuera consciente.

Qué ajena resulta la sensación de que uno no controla su vida.

Aunque se me antoja una bendición si se contrasta con el engaño perverso del que siente que sí tiene el control.

jueves, 28 de mayo de 2009

Improbabilidad infinita

De la colosal obra “La Guía del Autoestopista Galáctico” (“The Hitchhiker’s Guide to the Galaxy”), de Douglas Adams, recuerdo con hilaridad al Corazón de Oro, aquella formidable nave que se convertía en la más veloz del universo gracias a su propulsión mediante Energía de Improbabilidad Infinita:

Como el propio Adams explicaba:

“El Motor de Improbabilidad Infinita es un método nuevo y fantástico para recorrer grandes distancias interestelares en segundos, sin tener que ir a tontas y a locas por el hiperespacio.

En cuanto el motor de improbabilidad infinita alcanza la improbabilidad infinita, pasa por todos los puntos posibles de todos los universos posibles de forma casi simultánea.

En otras palabras, nunca sabes dónde vas a ir a parar, ni siquiera qué especie serás cuando llegues, por tanto es importante ir bien vestido.

Se descubrió por una afortunada casualidad, y el equipo de investigación damograno del Gobierno Galáctico la convirtió en una forma manejable de propulsión.

Desde luego se conocía bien el principio de generar pequeñas cantidades de improbabilidad finita por el sencillo método de acoplar los circuitos lógicos de un cerebro submesón Bambleweeny 57 a un vector atómico de navegación suspendido de un potente generador de movimiento browniano (digamos una buena taza de té caliente).

Tales generadores solían emplearse para romper el hielo en las fiestas, haciendo que todas las moléculas de la ropa interior de la anfitriona dieran un salto de treinta centímetros hacia la izquierda, de acuerdo con la Teoría de la Indeterminación.

Muchos físicos respetables mostraron su desaprobación, en parte porque constituía una degradación científica, pero principalmente porque no los invitaban a esa clase de fiestas.”


Durante el viaje, la Improbabilidad Infinita provoca efectos improbables (duh!) de lo más descojonante, misiles que se transforman en macetas de petunias o en ballenas, naves convertidas en sofás, planetas que de pronto son pasteles de frutas, etcétera.

El caso es que hace poco más de una semana, tenía pensado concluir este post con la chorrafirmación de que mi vida se mueve como impulsada por Improbabilidad Infinita.

Shht! no lo digáis muy alto... no es que ya esté tomando las riendas de mi vida, aún no, pero al menos ya me he enterado de que voy cabalgando sobre un caballo... vamos progresando.

Se reduce la puñetera Improbabilidad.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Falta de información

Adoro una conocida cita de Chesterton que reza:

"El periodismo consiste esencialmente en decir 'Lord Jones ha muerto' a gente que no sabía que Lord Jones estaba vivo."

Yo soy de los que se enteró de la muerte de Lord Jones desconociendo que viviera.

Quien controla la información se encuentra en una situación ventajosa con respecto al que sólo tiene una visión sesgada de las cosas.

Es su responsabilidad hacer que esa información fluya.

Lo contrario es injusto para el desinformado, que se moverá de acuerdo con los pocos datos con los que cuenta, posiblemente en dirección contraria a sus propios intereses.

Si yo hubiera contado con toda la información disponible, quizás las cosas habrían sido diferentes.

Tal vez habría aprovechado las oportunidades que se presentaron y quizás, sólo quizás, ahora sería un tipo feliz.

Si yo hubiera sabido antes todo lo que sé ahora, no estaría tan tocado.

Lo habría estado un tiempo, seguro, pero hace mucho que me habría alejado de lo que no me conviene, de lo que me hace daño.

Ahora tengo los datos suficientes y sé, exactamente, lo que tengo que hacer.

Y, de paso, también sé lo que NO tengo que hacer.

Por cierto, me mudo de casa...

martes, 26 de mayo de 2009

Cosas que pasan cuando viajas

-En la maleta, esperándote desde el viaje anterior, hay paquetes de Kleenex y bolsas de plástico.

-En el aeropuerto, indefectiblemente, algún viajero es grosero con el personal de tierra que le atiende.

-Antes de embarcar escuchas como otro pasajero mantiene con su acompañante una animada y reconfortante charla sobre seguridad en los aviones y/o catástrofes aéreas mientras todos los demás les miran raro.

-La persona que se sienta a tu lado no encuentra una de las correas del cinturón de seguridad porque está sentado encima.

-El de detrás juega con la bandeja plegable como si no hubiera visto una bisagra en su vida.

-Las azafatas son tranquilizadoras cuando hablan.

-El piloto no tanto. Al oir su voz no puedes evitar intentar hacer un retrato mental del tipo que tendrá tu vida en sus manos durante las próximas dos horas y pico. Lo mismo es un psicópata y nadie lo ha descubierto aún.

-En el avión no te dan de comer y, sólo por eso, te entra hambre.

-Tampoco te dan de beber. También te entra sed.

-Durante la estancia, como a simple vista es más fácil identificar el valor de los billetes extranjeros que el de las monedas, inconscientemente tendemos a pagar con aquellos y acumulamos calderilla. Al final parece que hemos roto la hucha para comprarnos la bici.

-Las tiendas del aeropuerto son ideales para deshacerse de toda esa chatarra. Tras pensarlo mucho compramos:

-Una revista en inglés.
-Un antifaz de viaje para dormir.
-Una bolsa de gominolas.
-Un Toblerone gigante.
-Unos patucos.

-El vuelo de vuelta se te hace el doble de largo que el de ida.

-Te comes las gominolas, pero no te pones el antifaz ni los patucos.

-Cuando regresas, hace ilusión que alguien te esté esperando (gracias Papis! :D ).

lunes, 25 de mayo de 2009

Futesas

Leyendo una serie de entradas en el blog de de2en2 (recién descubierto y ya me parece una joya: http://este-no-soy-yo-ni-mi-hermano-gemelo.blogspot.com/) me doy cuenta de lo absurdo que debo sonar con mi Problema Irresoluble, si se compara con problemas de verdad.

Cuando se pierde la perspectiva y la capacidad de relativizar, uno corre el riesgo de convertirse en un ombliguista amargado que cree que sus problemas son el fin del mundo y que todos deben estar pendientes de él y de sus cuitas.

A veces cuesta, pero si soy objetivo, no me puedo quejar. Ni de mi familia, ni de mis amigos, ni de mi trabajo... sólo UNA cosa ha fallado (¿por qué tendemos a conferirle tantísimo valor?) de entre decenas y ya parece que los 4 jinetes del Apocalípsis cabalgan sobre La Tierra.

No prometo, ni mucho menos, la erradicación de los posts ñoños de lloriqueo en este blog (no oculto que me sirven de terapia), pero vaya desde aquí mi compromiso por tratar de ser más realista de ahora en adelante.

jueves, 21 de mayo de 2009

London Calling

-Billete con Easyjet Madrid-Londres (Gatwick): 100€
-Alojamiento en casa de un amigo (ejem): 0€
-Gastos de estancia (pintas de ale y nutrientes, fundamentalmente): 300€
-Poder compartir esta experiencia con Amigo Exiliado: No tiene precio.

Pues eso, que con esta referencia cutre y más manida que las reposiciones de Verano Azul, ilustro la ilusión que me hace volver, después de un par de años, a la ciudad que se reparte mi corazón con Madrid.

12 años de vida con una pareja generan infinidad de gustos comunes y momentos compartidos. Cuando esa vida termina, toparse con esos momentos y todas esas cosas que se sentían de ambos duele profundamente.

Creo que por eso ahora siento la compulsión de buscar entre mis afectos cosas que sean sólo mías. Genuinamente mías.

Canciones que escuchaba antes de conocerla, películas que vi antes de que comenzara todo aquello, libros que leí cuando aún era sólo yo mismo.

Londres lo conocí con Ella, es verdad, pero quiero pensar que mi relación con esa ciudad es tan especial y personal que forma parte de mí, que no tiene nada que ver con si cuando la visité estaba solo o acompañado.

Veremos si me convenzo de ello una vez que esté allí. Deseadme suerte.

miércoles, 20 de mayo de 2009

Song to say goodbye



You're one of God's mistakes,
you crying, tragic waste of skin.
I'm well aware of how it aches,
and you still won't let me in.

Now I'm breaking down your door,
to try and save your swollen face,
though I don't like you anymore,
you lying, trying waste of... space,

my oh my

a song to say goodbye,

a song to say

before our innocence was lost
you were always one of those
blessed with lucky sevens
and a voice that made me cry,

my oh my.

You’re Mother Nature’s son,
someone to whom I could relate.
Your needle and your damage done,
remains a sordid twist of fate.

Now I’m trying to wake you up
to pull you from your liquid sky,
cause if I don’t we’ll both end up
with just your song to say goodbye.

My oh my,

a song to say goodbye,

a song to say

before our innocence was lost,
you were always one of those
blessed with lucky sevens
and a voice that made me cry.

It’s a song to say goodbye.

martes, 19 de mayo de 2009

Banshee

Banshee o Bean Sidhe (literalmente “mujer hada”), es el nombre con el que la tradición irlandesa se refiere a unos seres que anuncian la muerte con lamentos y gritos desgarradores.

En Irlanda, la Banshee se aparece gritando o llorando angustiosamente para anunciar la muerte de alguno de los miembros de las familias irlandesas más antiguas.

Curiosamente, todos pueden escuchar con claridad los lamentos de la Banshee, con la excepción de aquel cuya muerte se anuncia.

Su aspecto es descrito como el de una mujer pálida cubierta por un vestido blanco y con los ojos rojos por el llanto, de cabello largo y negro que peina con un peine roto, y cuyo rostro produce ganas de morir cuando comienza a gritar.

Hay quien afirma que la ha visto de noche en algún río lavando la ropa de aquellos que van a morir.

George Langelaan nos helaba la sangre con el siguiente relato que he tenido la ocasión de rescatar de “El Libro de los Hechos Condenados”:

“Desde que los Carnsen ocuparon la mansión de Flesbury, cerca de Bude, en Cornualles, se dejó oír una Banshee ululante cada vez que se aproximaba una muerte en la familia.

Fue así como toda la familia, todo el servicio doméstico y hasta dos visitantes, supieron que el pequeño John Carnsen iba a morir cuando, el 5 de junio de 1909, no oyó los gritos desgarradores que hicieron blasfemar a los hombres y llorar a las mujeres.

No se había oído desde hacía diez años, casi cada día, cuando William Carnsen se extinguió. Diez años antes, en efecto, la Banshee también aulló a la muerte dos días antes de que Mrs. Carnsen, la abuela del pequeño John, cayera fulminada por una crisis cardiaca.

La mañana del 5 de junio, la Banshee dio su primer aullido a las 7 de la mañana, despertando al hermano y a la hermana del pequeño John. Su padre, Marcus carnsen, se precipitó a la habitiación de los niños para saber quién había gritado; luego donde se hallaba John con su madre temblorosa y medio muerta de miedo, pues ella también había oído perfectamente el grito terrible. Pero John, a quien estaba arreglando, no había oído nada.

Esta vez, nadie quiso creerlo. El pequeño John había enfermado unas semanas antes, pero se había repuesto. Sus padres, sin embargo, llamaron al médico quién les calmó.
A pesar de ello, cinco días más tarde, mientras de nuevo se dejaban oír los terribles gritos, en el granero, el pequeño John, que nunca oyó nada, falleció dulcemente.

Todavía dos veces mas, la Banshee se dejó oír, cuando la muerte de Marcus Carnsen y, algunos meses más tarde, cuando murió su viuda.
Ahora... la mansión de Flesbury ya no la habitan los Carnsen.”


Ea, a dormir bien.

lunes, 18 de mayo de 2009

Cambios de percepción

Es fascinante cómo la mente nos maneja a su antojo como si fuéramos muñecos de trapo.

El jueves hablé con Ella. Fue una conversación absolutamente trivial, sin sustancia, de esas de “qué tal estás”, “qué has hecho”, “qué tal tus padres”, etc.

Quizás porque inconscientemente me pareció molesta tanta superficialidad por parte de ambos o por cualquier otra circunstancia que escapa totalmente a mi entendimiento, después de que se marchara me sentí devastado.

Estaba en casa y al mirar a mi alrededor, todo eran recuerdos, todo cosas compartidas. Los libros de ambos mezclados en la estantería, las pelis que compramos y vimos juntos, las cortinas que tanto nos costó elegir…

En ese momento se me antojaba una proeza el hecho de pasar un día más en esta casa.

Después la llamé, hablé con Ella, hablamos en profundidad y extrajimos alguna conclusión como quien extrae una ínsignificante pepita de oro de un filón y se emociona por ello.

Conclusiones. Minúsculas y raquíticas. Pero en las últimas semanas es lo más parecido que he obtenido a una respuesta a las preguntas que me acosan.

Después de colgar, más tranquilo, volví a inspeccionar mi salón y todo había cambiado. Las cortinas eran simples cortinas, los libros, libros y las pelis, pelis.

Por arte de magia, de pronto, todo quedaba desprovisto de la negatividad que mi mente le había asociado sólo media hora antes.

Empiezo a pensar que estoy como una chota alemana.

viernes, 15 de mayo de 2009

Correcto

Correcto es un "super grupo" escocés compuesto por Paul Thomson (batería de Franz Ferdinand), Patrick Doyle (bajista de The Royal We), Danny Saunders (voz) y Richard Wright (guitarra).

Os recomiendo su disco homónimo, que está plagado de joyas como esta:

jueves, 14 de mayo de 2009

Rabia

Podría sentirme culpable, y me siento.

Podría preocuparme, pero no lo necesito.

Podría angustiarme, pero, simplemente, no sucede.

Siento que me va invadiendo poco a poco, suplantando con su esencia cada brizna de amor, de respeto, de cariño, pero a la vez proveyéndome de autoestima y de energía.

Noto que va abriéndose hueco cada día, cada vez un poco más, creciendo lentamente, como un cáncer, apartando a codazos todo lo positivo que pudiera quedar, encontrando su propio lugar en mi alma a costa de lo demás.

Creo que no está en mis manos detenerla.

Creo que no tengo nada que hacer ante su acometida, más que capitular y ponerme a su merced.

Si haces las veces de combustible para sacarme de esta oscuridad y llevarme a mi destino (¿qué destino?), bienvenida seas, maldita rabia.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Baby steps

La última entrada de Charlie November (os recomiendo su blog encarecidamente: http://charlienovember.estudiosuizo.com/) es una reflexión acertadísima, como es habitual en él, sobre la diferencia abismal que supone tener claros los objetivos de uno o no tenerlos.

Cuando no sabes a dónde vas, todo da un poco igual.

Sólo importa que el día pase de la manera más inocua posible y que llegue el día siguiente.

Cada día, casi cada acción, supone uno de esos "pasitos de bebé" que menciona Charlie.

No tengo ni idea de a dónde coño estoy yendo, pero ya llegaré.

martes, 12 de mayo de 2009

Libros

El domingo, mientras caminaba para encontrarme con mi amiga M(GB) con la que había quedado para cenar, hice una parada estratégica en el FNAC de Callao para abastecerme de libros.

Me habría llevado cien (si no fuera porque no soy rico y los libros no los regalan, precisamente), que es algo que me pasa siempre que piso el FNAC o la Casa del Libro, pero al final salí con tres y me considero victorioso.

He aquí mis adquisiciones:

1) Complete Tales and Poems, de Edgar Allan Poe.
2) De Profundis and Other Writings, de Oscar Wilde.
3) La Teoría del Todo, de Stephen Hawking.

Y ahora justificaré mis compras:

1) Lo que me gusta de Poe es lo inquietante y desconcertante que resulta todo en sus historias.

Muchas veces, sus relatos sugieren más de lo que muestran convirtiéndose en una deliciosa mezcla de terror y desasosiego, y la verdad es que para mí eso resulta mucho más efectivo que otras técnicas menos sutiles.

A esto hay que unir que el señor Poe tenía una mente de lo más calenturienta y era capaz de plasmar con sorprendente claridad las ideas perturbadas que, probablemente, alumbraba al calor de algún bourbon de más.

Recomendable para pasar miedito del bueno, del de antes, y no tanta carnicería gore, hostia ya.

2) De Profundis es una compilación de ensayos socio-políticos de Oscar Wilde, y mi interés por esta obra es tan simple como la curiosidad que despierta en mí la visión que pudiera tener un personaje tan brillante sobre la realidad de la época que le tocó vivir.

3) Por último, una dosis suave de ciencia.

Stephen Hawking cambió mi vida sin siquiera enterarse.

Hace muchos años cayó en mis manos un ejemplar de "Breve historia del tiempo" que comencé a leer sin demasiado interés.

A medida que fui avanzando por los capítulos, fue mayor la avidez con que los devoraba hasta que al final fui incapaz de soltar el libro hasta haberlo terminado.

Hawking explica la física de forma que parezca algo cercano y accesible.

A lo largo de los dos primeros tercios del libro nos va proporcionando información útil, nos va preparando para el final demoledor, en el que todo lo que nos rodea, el espacio, el tiempo, todo, queda explicado de manera comprensible y, precisamente por ello, sobrecogedora.

Si comprendes lo que te cuenta Hawking y te quedas impasible es que por tus venas corre manzanilla en vez de sangre.

Esta Teoría del Todo, está estrechamente ligada con aquella Breve Historia del Tiempo y creo que complementará algunas ideas que se mencionaban sólo tangencialmente.

Hala, todos a leer!

lunes, 11 de mayo de 2009

Prioridades

I'm perfectly aware I need to get a haircut.

But hey, when you're a lazy bum (and I don't mean a fake one, but the real thing, the One And Only Lazy Bum Who Would Starve To Death Out Of Pure Lazyness) the best you can do is aknowledge it and let it flow.

I'm going through a stage of self indulgence so I think I'll just try not to get too stressed about it.

But the thing is that I'm also in the need of renewing my ID card and that means I'm going to get some photos of myself taken...

All right, haircut first, then photos, then ID card renewal.

It's great when you're able to set the priorities in your life.

domingo, 10 de mayo de 2009

Sunday Evening Suicide Club

Antes, Cuando La Vida Me Sonreía, todas mis preocupaciones más o menos recurrentes se reducían a chorradas como mi pequeña depresión de los domingos por la tarde.

Había incluso algo de morboso en esa sensación de vaga melancolía que duraba sólo desde la media tarde del domingo hasta que llegaba la noche.

Su limitación en el tiempo la hacía controlable, manejable, sabía que al día siguiente todo estaría bien, a pesar de que tendría que madrugar para ir a trabajar con una semana de por medio hasta el siguiente fin de semana.

A pesar de todo, casi cada domingo por la tarde mi pequeña depresión volvía a aparecer, como el cuñado plasta que aparece sin ser invitado y se queda toda la tarde, como una pequeña constante más de la rutina, como una referencia más de mi vida.

Ahora ya no. Ahora los domingos por la tarde no son sino la antesala del confort que me supone comenzar la semana, ir a trabajar y mantenerme ocupado, abandonar el fin de semana que se presentaba como otra peligrosa ocasión de tener tiempo libre y no tener con qué llenarlo.

Aunque como una bendición, la gente que me rodea, mis amigos con A mayúscula, se han preocupado mucho de que no pase ni un sólo fin de semana sin nada que hacer, me han sacado y me han entretenido (y lo han conseguido! gracias!), aún así, tengo la certeza de que el siguiente viernes traerá consigo esa sensación de miedo a quedarme en casa que me ha acompañado cada fin de semana desde que Ella no está.

Pero hoy es domingo por la tarde y todo está bien.

Y me voy a cenar a un hindú en Lavapiés con mi amiga M(GB).

Porque yo lo valgo.

sábado, 9 de mayo de 2009

El frío de una hoja de acero en las entrañas

Sin ánimo de inaugurar este blog con un alarde de pedantería, comparto con vosotros unos versos de Bécquer...

-Capitán! pedantería a la vista!
-Lo siento muchacho, no podemos hacer nada, está lanzado y no conoce ni a su padre...
-La vírgen...

...pues eso, decía que comparto con vosotros esta rima ilustrativa como ella sola:

"Cuando me lo contaron sentí el frío
de una hoja de acero en las entrañas,
me apoyé contra el muro, y un instante
la conciencia perdí de donde estaba.

Cayó sobre mi espíritu la noche,
en ira y en piedad se anegó el alma,
¡y entonces comprendí por qué se llora!
¡y entonces comprendí por qué se mata!

Pasó la nube de dolor... con pena
logré balbucear breves palabras...
¿Quién me dio la noticia?... Un fiel amigo...
Me hacía un gran favor... Le di las gracias."


Uno considera sus relaciones amorosas como algo especial, único, irrepetible e imperecedero. Quizás sea eso lo que hace que, cuando se acaban, la sensación de devastación sea directamente proporcional a la percepción subjetiva que se tenía de la propia relación, es decir, a lo engañado que estuviera uno con respecto a su proyecto de pareja.

No querría que mi primer post sea tomado por un concurso de obviedades, pero claro, cuando se es el prota de la peli las sensaciones son tan intensas que cuesta no expresar lo que se siente, por más que pudiera haberlo escrito el mismísimo Perogrullo.

Pero no por obvias las cosas que pasan se desvanecen.

Oh sí, ya lo creo que pasan cosas, y son tan tangibles como el teclado con el que escribo.

De repente todo se tambalea y lo que antes era importante deja de serlo, todo gira en torno a lo que está pasando y oscurece el resto del mundo.

Las personas hablan a nuestro alrededor pero sólo percibimos ecos que se pierden en el aire, todo resulta onírico, distante e irreal y uno se queda anulado, sintiéndose más vulnerable de lo que nunca se ha sentido en toda tu vida, más desprotegido y malditamente vulnerable de lo que jamás se pudo concebir.

Se siente miedo, pánico, rabia, cariño, nostalgia, rencor, todo tan revuelto que no se sabe ni qué cojones se está sintiendo.

Y sobre todo se siente dolor. Un dolor que no le deseo ni al mismísimo diablo.

Tu vida, tal y como la conocías llega a su fin.

Hace un mes justo desde que morí y aún sigo llorando como un crío.